En el apogeo de las celebraciones por el vigésimo aniversario de su creación, la icónica banda RBD ha alcanzado una victoria legal decisiva contra su exmánager, Guillermo Rosas. Maite Perroni, Christian Chávez y Christopher von Uckermann, tres de los miembros más queridos de la agrupación, compartieron un comunicado oficial en sus redes sociales anunciando el desenlace de una batalla que, durante más de un año, había permanecido tras bambalinas.
El conflicto surgió a raíz de presuntas irregularidades financieras durante el «Soy Rebelde Tour», gira que recorrió Estados Unidos, México, Brasil y Colombia. Rosas reclamaba derechos sobre una asombrosa suma de $10,072,811.00 USD, cifra que fue objeto de una rigurosa auditoría y de una demanda presentada en la Corte Federal de California. No obstante, tras un exhaustivo proceso judicial, T6H, la empresa de Rosas, aceptó un acuerdo por $4,723,591.00 USD, reduciendo la cantidad en más de cinco millones de dólares, una diferencia que confirma las inconsistencias señaladas por los artistas.
En su comunicado, Maite, Christian y Christopher no solo expresaron su satisfacción por el resultado obtenido, sino que reafirmaron su compromiso con la protección de los derechos de los artistas dentro de una industria que, en ocasiones, puede resultar implacable. “Hoy, Día Mundial de RBD, no hay mejor forma de celebrarlo que haciendo justicia. Finalmente, después de un año, este asunto ha concluido. La verdad está de nuestro lado”, escribieron en un mensaje que resonó profundamente entre sus millones de seguidores.
La representación legal de los exintegrantes de RBD estuvo a cargo de “Singh Singh & Trauben LLP”, quienes se aseguraron de que se respetara la integridad y los intereses de sus clientes. En medio de este triunfo, es notable que ni Anahí ni Dulce María firmaron el comunicado, lo que ha generado diversas especulaciones entre los fans sobre su postura en este proceso.
Por su parte, Guillermo Rosas emitió su propia declaración, negando que la resolución haya sido de carácter judicial, y describiéndola como un acuerdo de buena fe para evitar una disputa prolongada en los tribunales. Sin embargo, la postura de los artistas es clara: consideran el desenlace una victoria para todos los músicos que luchan por la transparencia y el respeto en sus relaciones contractuales.
Este momento representa no solo una reivindicación económica para Maite, Christian y Christopher, sino también una reafirmación del legado que RBD ha construido a lo largo de dos décadas, trascendiendo fronteras y generaciones. Mientras el mundo celebra el aniversario de una de las bandas más influyentes de la música latina, este capítulo añade una nueva dimensión a su historia: la justicia ha prevalecido.