Hollywood presenció la culminación de uno de los divorcios más prolongados y complejos de su historia reciente. Angelina Jolie, de 49 años, y Brad Pitt, de 61, han firmado finalmente la disolución de su matrimonio tras ocho años de intensas batallas legales. La pareja, que alguna vez fue considerada “la más poderosa” de la industria, ahora busca cerrar un capítulo marcado por tensiones públicas y disputas privadas.

Un proceso agotador

La historia de este divorcio comenzó en septiembre de 2016, cuando Jolie solicitó oficialmente la separación. “Hace más de ocho años, Angelina solicitó el divorcio del señor Pitt,” afirmó su abogado, James Simon. Desde entonces, la actriz y sus hijos abandonaron las propiedades compartidas, enfocándose en “encontrar la paz y la sanación familiar”.

El proceso, que finalmente concluyó el 30 de diciembre de 2024, fue descrito como “especialmente desgastante”. Jolie manifestó sentir “agotamiento y alivio” al ver terminada esta etapa. Sin embargo, a pesar de haber alcanzado un acuerdo formal, ambos actores han optado por un juicio con jurado para resolver asuntos pendientes, lo que sugiere que las tensiones persisten.

Acusaciones cruzadas

La batalla legal ha estado salpicada por declaraciones enfrentadas. Fuentes cercanas a Jolie han afirmado que Pitt utilizó su “posición de poder” para dificultar la vida de la actriz, acusándola incluso de ser responsable de los desafíos en la relación del actor con sus hijos. Por otro lado, allegados a Pitt han calificado estas afirmaciones como “una distorsión continua de los hechos” y han acusado a Jolie de causar daños colaterales dentro y fuera de la familia.

La disputa por el Château Miraval

Entre los asuntos más polémicos destaca el litigio relacionado con el Château Miraval, una bodega francesa que ambos compartían. En octubre de 2021, Jolie vendió su participación en el negocio por 67 millones de dólares, lo que desencadenó una demanda de Pitt. El actor la acusó de incumplir un acuerdo que estipulaba que la propiedad se mantendría dentro de la familia.

Pitt considera que esta venta fue “un intento deliberado de perjudicarlo”. Mientras tanto, Jolie ha argumentado que esta disputa es un obstáculo para la sanación familiar. “Hasta que él retire su demanda, esta familia no tendrá la paz que merece”, declaró una fuente cercana a la actriz.

Diferencias irreconciliables

El caso Miraval refleja las profundas divisiones entre Jolie y Pitt, quienes no han logrado encontrar un terreno común tras años de conflictos. Mientras Pitt defiende la legitimidad de sus reclamos, Jolie insiste en que el actor debe priorizar la tranquilidad de su familia.

Un camino incierto hacia la reconciliación

Aunque la firma del divorcio marca el cierre de un capítulo importante, queda claro que el camino hacia la paz está lleno de retos. Las disputas legales, así como las acusaciones cruzadas, continúan ensombreciendo cualquier posibilidad de reconciliación inmediata.

Angelina Jolie, sin embargo, mantiene la esperanza de que este nuevo capítulo permita avanzar hacia un futuro más armonioso. “Este proceso ha sido desgastante, pero estoy enfocada en la sanación y el bienestar de mis hijos,” afirmó la actriz.

Por su parte, Brad Pitt ha expresado su deseo de proteger lo que considera sus derechos y legado, mientras navega por una de las etapas más complejas de su vida personal y profesional. El tiempo dirá si estas dos figuras icónicas de Hollywood lograrán cerrar finalmente este tumultuoso capítulo.

Fuente Imagen: /Grok