El fondue de queso es más que un plato: es una experiencia sensorial que invita a compartir y disfrutar con cada bocado. Su mezcla sedosa de quesos derretidos, realzada con un toque de vino y especias, lo convierte en el centro perfecto para una reunión especial. Acompañado de pan artesanal crujiente y frutas frescas, este fondue es la combinación ideal entre lo clásico y lo inesperado.
Ingredientes (para 4 personas):
Para el fondue:
- 200 g de queso Gruyère
- 200 g de queso Emmental
- 100 g de queso Fontina (opcional, para mayor cremosidad)
- 1 diente de ajo
- 200 ml de vino blanco seco
- 1 cucharadita de jugo de limón
- 1 cucharada de fécula de maíz (maicena)
- 2 cucharadas de licor de cereza (kirsch) (opcional)
- Pimienta negra y nuez moscada al gusto
Para acompañar:
- Pan artesanal rústico (baguette, masa madre, brioche) cortado en cubos
- Uvas rojas y verdes
- Higos frescos o manzanas en rodajas
- Nueces o almendras tostadas
Preparación:
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Preparar los ingredientes: Ralla los quesos y mézclalos en un bol. Disuelve la fécula de maíz en el kirsch o en una pequeña cantidad de vino.
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Aromatizar la olla: Frota el interior de la cacerola para fondue con un diente de ajo partido para perfumar la base. Luego, vierte el vino blanco y caliéntalo a fuego medio sin dejar que hierva.
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Fundir el queso: Añade gradualmente el queso rallado al vino caliente, removiendo constantemente con una cuchara de madera en forma de "8" para lograr una textura homogénea.
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Espesar y sazonar: Incorpora la mezcla de fécula de maíz y licor, y continúa removiendo hasta que el fondue espese ligeramente. Ajusta con pimienta negra y nuez moscada al gusto.
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Servir con estilo: Lleva la olla de fondue al centro de la mesa con una llama suave para mantenerlo caliente. Acompaña con el pan artesanal y las frutas frescas, ofreciendo una variedad de texturas y sabores.
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Un toque gourmet:
Para una experiencia aún más sofisticada, añade un chorrito de miel sobre las frutas o unas gotas de trufa en el fondue para realzar su profundidad de sabor.
El fondue de queso es la excusa perfecta para reunirse, conversar y disfrutar de una comida que despierta los sentidos. Con su combinación de cremosidad, aroma y sabor, esta receta promete convertir cualquier ocasión en un festín inolvidable.